Haz de la disciplina tu aliada para convertirte en una persona exitosa

Alcanzar el éxito depende enteramente de nuestra actitud, persistencia y dedicación, pero organizarnos en medio de la rutina, saber priorizar las tareas y distribuir correctamente nuestro tiempo y trabajo puede ser todo un desafío. Es por ello que la disciplina es nuestra mejor herramienta cuando de alcanzar objetivos se trata.

Cuando somos disciplinados logramos sacar a luz otras maravillosas cualidades como el compromiso, el control, la concentración y la firmeza. Todas ellas necesarias para ser personas de éxito. Sigue atento esta reflexión sobre la importancia y beneficios de la disciplina. Estamos seguros de que muy pronto comenzarás a desarrollar este hábito positivo.

¡Lo mejor de la disciplina!

A veces solemos confundir la disciplina con la rigidez, pero no existe tal conexión. Cuando somos disciplinados ponemos a trabajar todos nuestros talentos, actitudes e inteligencia, de forma tal que el orden y la coordinación nos lleven a conseguir objetivos con más seguridad y rapidez. Ciertamente ser disciplinados tiene mucho que ver con ser organizados, pero también entran en juego la constancia y la atención, aspectos indispensables para la vida profesional y personal.

Si carecemos de disciplina, muchas cosas se hacen difíciles de lograr. Por ejemplo, mantener un trabajo estable, comenzar un emprendimiento e incluso asumir las responsabilidades de un hogar y familia.

Por otro lado, la disciplina nos ayuda a desarrollar compromisos personales, pues esta se fundamenta en una serie de reglas o normas autoimpuesta, de ahí la relevancia del autocontrol. Las normas nos sirven de guía para desarrollar diversas tareas. Mantener la disciplina nos servirá para emprender proyectos importantes, esos que pueden darle un vuelco a nuestras vidas y que suelen ser el comienzo de un camino exitoso.

Todo plan de acción requiere de la firmeza necesaria para no desviarnos de nuestros objetivos, y cuando incumplimos algunas de nuestras propias reglas estamos afectando directamente la capacidad que tenemos de mejorar y crecer. Aunque podamos pensar que la disciplina es difícil de conseguir, una vez hemos iniciado en este hábito, vemos como las cosas fluyen con facilidad. Nos sentimos más motivados y preparados para darle forma a nuestra idea de futuro.

La disciplina nos ayuda a superar nuestras propias barreras

Cuando somos ordenados podemos lograr cosas que antes nos parecían imposibles, descubrimos nuevos talentos y capacidades. La disciplina nos ayuda a dar con ese “extra” de valor que nos hace diferentes, destacables. Una vez te propones un objetivo y eres disciplinado al cumplirlo, verás que estás preparado para afrontar otras tareas de mayor dificultad. En pocas palabras, salimos de la normalidad del resto y pasamos al ámbito de lo extraordinario, del éxito.

Asimismo, este hábito nos revela que, en los momentos de conflicto o cuando se nos presenten obstáculos, solo debemos permanecer firmes con la mirada segura en la meta.

Prácticas indispensables de la disciplina

Si te preguntas cómo puedes ser más disciplinado, te describimos a continuación algunas prácticas que te ayudarán a implementar este hábito de ahora en adelante

1 Decide y comprométete

La diferencia entre alcanzar el éxito y solo hablar de conseguirlo, es decidirte a cambiar, mejorar, trabajar y ser constante. Asume con decisión tu camino al éxito y comprométete con eso. Cuando asumes el éxito como una realidad y te enfocas en alcanzarlo, eres capaz de organizar las cosas a tu alrededor.

2 Deshazte de las interrupciones

Con frecuencia no consideramos el tiempo que podemos perder frente al computador o con el teléfono, navegando en las redes sociales o leyendo noticias. En nuestra búsqueda de estar en contacto con el mundo y sus avatares perdemos tiempo y energía muy preciados. La gran enemiga de la disciplina es la falta de concentración.

Para evitarla te recomendamos alejar de ti esos focos de distracción. Busca un ambiente de trabajo donde puedas enfocarte en tus tareas, disminuye las fuentes de distracción, apaga los dispositivos innecesarios y limita el tiempo que utilizas para revisar las redes sociales. Crea horarios de trabajo y entretenimiento y saca el máximo provecho de cada uno.

¿Crees que esto puede ser muy difícil para ti? Prueba y verás que una vez aumentes tu productividad, todo será más sencillo. Lo mejor es que notarás resultados desde el primer momento.

3 Usa tu tiempo con inteligencia

Este, sin duda, es un punto crucial de cualquier disciplina efectiva. Usar tu tiempo de la mejor manera no siempre será sencillo, pero debes empezar por fijar prioridades y cumplirlas como si se tratarán de citas ineludibles. Utilizar un calendario u horario de trabajo en el que puedas marcar aquellas cosas de suma importancia es un primer buen paso. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por las pequeñas cosas que no son tan importantes como aquellas que posponemos.

Una vez llegue el momento de cumplir con una prioridad deja lo que estás haciendo y ejecuta tu tarea importante, el resto lo puedes retomar al terminar. Recuerda que todo esto depende de tu compromiso contigo mismo.

4 Cuida tu cuerpo

Tu inteligencia te llevará lejos, pero sin un cuerpo sano que pueda mantenerse activo, todo intelecto será vano. Aprender a ser disciplinado también es cuidar el cuerpo, evitar el agotamiento y el estrés. En tu horario dedica tiempo al ejercicio, a la meditación y cuida tu alimentación, nunca cedas el espacio y las horas diarias dedicadas a tu salud.

5 No te enfoques en las cosas que van más allá de tu control

Ser disciplinado sirve para controlar mejor nuestro entorno, por supuesto. Pero siempre hay cosas y circunstancias que nos superan y se escapan de nuestra influencia. Por ende, aplicar una disciplina efectiva es dedicarle tiempo y trabajo a las cosas que podemos cambiar. Para algunos expertos la ignorancia propicia la atención, esto porque asumimos que nunca sabremos todo y no perdemos tiempo en tratar de hacerlo. En definitiva, ser disciplinado es saber a cuáles cosas hay que prestarle atención y a cuáles no.

¿Estás preparado para hacer de la disciplina tu mejor herramienta para el éxito? Esperamos que asumas este hábito como parte de tu conducta personal y profesional.